Los gastos justificables o deducibles son aquellos que pueden ser asignados a la empresa, es decir, pagados por la empresa y justificados como gasto de negocio. Gracias al innovador sistema fiscal estonio, dichos gastos están exentos de impuestos, al ser dinero que se re-invierte en la empresa.

¿Qué es un gasto justificable?

Básicamente cualquier gasto que sea relativo a tu actividad y no constituya un vínculo permanente con otro país para evitar que éste pueda considerar tu empresa como residente fiscal allí. Veamos algunos ejemplos:

• Los gastos de tus servidores y web: hosting, dominios, y cualquier otro servicio web que necesite tu negocio.
• Herramientas administrativas y software online o offline de gestión, contabilidad, etcétera.
• Herramientas web, subscripciones y software que necesitas para desarrollar tu actividad.
• Material de oficina fungible.
• Viajes o transporte público por motivos de trabajo, incluyendo vuelos, alquiler de coches, servicios como Uber o Taxify, y alojamiento, como AirBnB. Esto incluye viajes a Estonia (para abrir tu cuenta bancaria).
• Gastos de sistemas de pagos, como pasarelas de pago para tu tienda online o servicios similares.
• Comidas de trabajo, pero solo la comida de tu(s) cliente(s), no la tuya.

Ejemplos de gastos que no pueden considerarse justificados incluyen:

• Gasolina de viajes dentro de un mismo país. Viajar entre países para visitar clientes está justificado, pero para evitar que uses tu coche para uso personal, la gasolina dentro de tu mismo país está excluida. El transporte público es siempre justificable, sin embargo.
• Vacaciones y viajes de placer, obviamente. Hay que ser cuidadoso si decides «visitar un cliente» del 24 an 31 de diciembre.
• Oficina permanente. Para evitar que España (o cualquier otro país) considere a tu empresa residente fiscal allí, no se permite tener una oficina o instalaciones más de 6 meses al año. Esto también incluye gastos de agua, luz, teléfono, etc.