Generalmente, la factura y el pago no tienen que ser estrictamente simultáneos en el tiempo. Muchas veces tras enviar la factura, pueden pasar unos días o incluso alguna semana hasta su pago.

Sí es importante que este periodo sea razonable (menos de un mes), y la factura debería establecerse con fecha del mismo día, o anterior al pago.

Respecto a los clientes que tardan en pagar, nuestra recomendación es tomar unas precauciones a la hora de emitir las facturas, y además incluir una cláusula de recargo por pago tardío. Estas cláusulas son perfectamente legales y bastante comunes en Estonia.

Básicamente, incluyes en la factura la fecha de emisión, el periodo de pago (recomendado una semana máximo) y una cláusula de pago tardío que suele ser generalmente 0,5% por día una vez vencido el periodo de pago. De modo que si se retrasan tres días más de la semana máxima se aplicaría un 1,5% de recargo. Para una factura de 100€, serían 1,5€, que debes pedirle tras el pago, que no es tanto, pero es un recordatorio importante de que tus clientes deben pagarte en plazo.

Como todo, se trata de educar a tus clientes para que respeten tu trabajo o los servicios o productos que les ofreces y se comporten de manera profesional.

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