Decir que la Unión Europea fue uno de los mayores logros políticos y sociales del siglo XX sería quedarse corto.
El mercado único, la zona Schengen, la libertad de viajar, poder vivir y trabajar en cualquier lugar de Europa, la supresión de fronteras… Ha cambiado la vida de los europeos para mejor, independientemente de lo que afirmen movimientos populistas como el Brexit.
Durante décadas, los europeos han disfrutado de la libertad de vivir y trabajar en cualquier lugar de la Unión.
Sin embargo, faltaba una pieza: poder tener una empresa en cualquier país de Europa mientras vivías en tu país de origen. Si un ciudadano francés puede vivir y trabajar en Estonia, ¿por qué no puede tener una empresa allí?
Europa ha realizado un esfuerzo soberbio para garantizar que no haya sistemas comerciales opacos en Europa a través de diferentes iniciativas legislativas. Si podemos vivir y trabajar en cualquier lugar de Europa, ¿por qué no podemos tener nuestra empresa en el país más favorable para nosotros desde donde queramos? ¿Es posible gestionar tu empresa en Estonia desde España?
Si quieres encontrar la respuesta a estas preguntas, sigue leyendo este artículo.
Rompiendo barreras: las reglas CFC
No es que no pudieras vivir en Francia y tener una empresa en Alemania. Sin embargo, existían reglas de CFC que limitaban los beneficios de este escenario.
¿Qué son esas reglas de CFC?
Muchos países, como todos los europeos, EE. UU., Reino Unido, Australia y Canadá, establecieron reglas CFC (Corporación Extranjera Controlada) para evitar que sus ciudadanos dirijan empresas en paraísos fiscales (es decir: Hong Kong, Panamá, Bahamas …) con objeto de evitar impuestos. Desafortunadamente, estas reglas no suelen diferenciar entre países, sino que se aplican a todos los países extranjeros.
Entonces, ¿qué sucede si vives en un país europeo, como España, y diriges una empresa en un país extranjero?
Si eres el único miembro del consejo de administración de la empresa, tomas todas las decisiones, por lo que la Oficina de Hacienda española puede llegar a considerar que la actividad de la empresa se está desarrollando al 100% en España. Si eso sucede, la empresa se consideraría una CFC con un establecimiento permanente en España. Como consecuencia, tendría que pagar impuestos en España.
Este no es un escenario deseable. Tener una empresa en el país A que se considera residente fiscal en el país B y tiene que pagar impuestos allí puede convertirse fácilmente en una pesadilla administrativa y fiscal.
Todo esto cambia con la nueva Directiva europea, denominada “Directiva del Consejo (UE) 2016/1164 de 12 de julio de 2016: por la que se establecen normas contra las prácticas de evasión fiscal que afectan directamente al funcionamiento del mercado interior” (sencillo nombre…). A los e-residents europeos, nos interesan sobre todo los cambios en cómo las normas CFC se aplican a los miembros de la Unión Europea.
Requisitos para gestionar tu empresa en estonia desde España (o desde cualquier lugar de Europa)
Esta nueva directiva europea se aprobó para armonizar la legislación sobre evasión fiscal en todos los países EEA. La directiva, que debe incorporarse a la legislación de todos los países miembros, establece un conjunto estándar de reglas para prevenir la evasión fiscal y establece claramente qué es un país de baja tributación y cuándo se aplican las reglas de CFC, entre otras cosas.
Este último tema es el más importante y está contenido en el artículo §7, que describe cómo y bajo qué circunstancias la CFC debe pagar impuestos en el país donde tiene su establecimiento permanente. Concretamente, el punto 2 afirma:
2. Where an entity or permanent establishment is treated as a controlled foreign company under paragraph 1, the Member State of the taxpayer shall include in the tax base: (a) the non-distributed income of the entity or the income of the permanent establishment which is derived from the following categories: (i) interest or any other income generated by financial assets; (ii) royalties or any other income generated from intellectual property; (iii) dividends and income from the disposal of shares; (iv) income from financial leasing; (v) income from insurance, banking and other financial activities; (vi) income from invoicing companies that earn sales and services income from goods and services purchased from and sold to associated enterprises, and add no or little economic value; This point shall not apply where the controlled foreign company carries on a substantive economic activity supported by staff, equipment, assets and premises, as evidenced by relevant facts and circumstances. Where the controlled foreign company is resident or situated in a third country that is not party to the EEA Agreement, Member States may decide to refrain from applying the preceding subparagraph.
Este punto significa que si su empresa está realizando una actividad económica sustancial (verídica, demostrable, real), y especialmente si puede probarlo con personal, equipos, activos o instalaciones en el país en el que su empresa es residente fiscal, las normas CFC no se aplican a la tributación de la empresa. por lo que seguirá siendo considerada residente fiscal en el país donde está registrada.
Esta condición existe para evitar que los esquemas de optimización fiscal o las empresas de renta pasiva se beneficien de regímenes fiscales favorables en distintos puntos de Europa. Si tu empresa tiene una actividad legítima y puede acreditar esta actividad en el país donde está fundada, no tienes nada de qué preocuparte.
Aspectos legales importantes al contratar empleados
Al contratar empleados en otros países fuera de Estonia, incluido los propios miembros del consejo de administración, debes tener en cuenta ciertos aspectos legales.
En ocasiones, como al contratar trabajadores en Europa, tu empresa Estonia necesitará pagar seguridad social o algún tipo de impuesto social para dichos empleados. En esas ocasiones, tienes varias opciones, que dichos empleados se conviertan en profesionales (con lo cual, no les pagas salarios, sino que facturan a tu empresa) o que la propia empresa se registre y contribuya a sus tasas sociales en el país del empleado.
En este artículo hablamos de estos aspectos legales al contratar empleados en detalle. Es importante que lo leas si estás contratando empleados o freelancers, incluido tú, como empleado de tu propia empresa, si vives en España, Latino-América, o cualquier otro lugar donde seas residente fiscal.
¿Un resumen?
Si te has perdido con estos términos legales, permítenos resumirlos.
Básicamente, con la nueva directiva europea, que todos los países EEA deben implementar, puedes vivir en cualquier país de la Unión y tener una empresa en Estonia. No se aplicarán las reglas CFC. Esto incluye, por supuesto, a España.
¿Cómo?
Bueno, tu empresa debe cumplir con algunos requisitos. Es decir, debe demostrar una actividad económica sustancial en Estonia. Esto significa principalmente realizar una actividad demostrable (programación, marketing, un servicio SaaS, diseño, comercio electrónico…), pero también tener oficinas o empleados trabajando en Estonia. En esas condiciones, en el espíritu de la Unión Europea, puedes vivir en España, o cualquiera de los países miembros mientras disfrutas de las ventajas del sistema empresarial digital Estonio.
Un futuro fiscal más equitativo en Europa
La nueva directiva sobre evasión fiscal de la Unión Europea finalmente armoniza temas importantes como la definición de territorios de baja tributación o las reglas de CFC en los estados miembros. También aborda una laguna importante que existía en la legislación europea, a saber, el hecho de que, como europeos, si podemos vivir y trabajar en cualquier estado miembro, también se nos debería permitir tener una empresa en cualquier lugar de la Unión siempre que esté realizando un actividad económica legítima en el país donde está registrada.
Estas medidas nos une a los europeos y nos hacen un poco más libres. En concreto, esta nueva directiva es un pequeño paso adelante para trabajar en un sistema empresarial europeo unificado y justo. Esto es una muy buena noticia para las empresas y los empresarios de toda Europa.