Tristemente, tradicionalmente España no ha sido muy proclive a tratar con empresas de fuera del país, ni siquiera tras nuestra inclusión en Europa. Muchas empresas Españolas verán con suspicacia el hecho de que tengas una empresa en Estonia, o pensarán que tu negocio está en un paraíso fiscal o que estás evadiendo impuestos.

Es una pena, ya que estar en Europa nos ha abierto precisamente las puertas del mercado individual más grande del mundo, y las ventajas de poder operar en dicho mercado.

Es importante que trasmitas a dichas empresas o particulares, que Estonia es un país respetable de la Unión Europea. Dista mucho de ser un paraíso fiscal, y no está considerado como tal por ningún país de la unión. No es Panamá ni Barbados, pero es que no es ni siquiera parecido a Andorra. Su impuesto de sociedades es de hecho idéntico al de España, un 25% efectivo.

Tu empresa es por tanto una empresa Europea con todas las de la ley. Puede facturar perfectamente a cualquier empresa española o cliente español, y recibir facturas y servicios de cualquier empresa europea, incluyendo, sí, las españolas. De hecho, según la normativa de no discriminación comunitaria, una empresa de la unión no puede negarse a darte servicio, o darlo de manera diferente o discriminatoria, basándose en donde está tu empresa fundada. Es decir, debe ofrecer el mismo servicio a tu empresa que a cualquier otro cliente o proveedor Español o Europeo.

Si tu empresa tiene VAT, y la de tu cliente o proveedor también, vuestras facturas irán a IVA 0%, al ser una operación intracomunitaria, lo que es de hecho una ventaja en muchos casos. Por último, si no están al corriente de la contabilidad para empresas en Europa, no dudes en decirles que estaremos encantados de informarles en detalle en una consultoría sobre sus obligaciones fiscales y cómo pueden declarar facturas de otras empresas Europeas.

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